La corrosión galvánica se produce cuando dos metales de distinta actividad electroquímica están en contacto entre si. En este caso, existe una diferencia en potencial eléctrico entre los metales de tal forma que el flujo de corriente corroe uno de los metales del par formado.
Los metales distintos entre si, actúan uno de ellos como ánodo y el otro como cátodo. Mientras más grande es la diferencia de potencial entre los metales, mayor es la probabilidad de que se presente la corrosión galvánica debiéndose notar que este tipo de corrosión sólo causa deterioro en uno de los metales.
El ataque galvánico puede ser uniforme o localizado en la unión entre aleaciones, dependiendo de las condiciones. La corrosión galvánica puede ser particularmente severa cuando las películas protectoras de corrosión no se forman o son eliminadas por erosión. Para reducir este tipo de corrosión se puede utilizar películas protectoras de óxidos o también aislando un metal de otro.
Este tipo de corrosión debe ser tenida en cuenta a la hora de seleccionar una solución basada en recubrimientos en arandelas belleville, dependiendo de la aplicación y la duración esperada. Como las fuerzas entre los muelles de platillos se aplican sobre zonas muy estrechas, las presiones y la fricción que se generan en éstas zonas pueden ser muy altas. Dependiendo del tipo de recubrimiento, puede afectar a su duración.
En el caso de los recubrimientos con base de Níquel, si se producen daños sobre el recubrimiento, estos resultan en una corrosión mayor debido a la alta diferencia de potencial en la serie electroquímica.